Si algo tiene de espectacular el Coronavirus, COVID19, es que se trata de un virus pop, que busca el contacto masivo. Pues bien, empezó en China con las fiestas anuales del Año Nuevo, en la cual se reúne el máximo de personas posible. Avanzó por Italia, el centro de la estética, asustando así también el mundo del arte, en Arco no se hablaba de otra cosa.
En Brasil, silenciaron el problema para no empañar el Carnaval, ahora ya surgen muertes misteriosas en Bahía y más de 20 casos en estudio, en Salvador, sin hablar de lo que no se divulga y del caso confirmado de São Paulo. Y, para colmar el vaso, en España avanza sobre Sevilla, donde dentro de 40 días tendremos la «Semana Santa», la fiesta grande del Sur del país. ¿Podría ser más festero? No. Como todos los virus, pues de otro modo no habría contagios.
Pero cabe preguntar ¿Hasta que punto cambia nuestras vidas? Porque las relaciones humanas son intrínsecas a una existencia sana y el aislamiento también es una enfermedad y conduce a males mayores. Con todo no hay que alarmarse tanto, dicen las autoridades sanitarias, pues la tasa de supervivencia es muy alta. Y como ya pasamos por cosas peores, desarrollando estrategias y anticuerpos, debemos pensar que de esta vez no será diferente y como me dijo el querido amigo Carlos Franco, con quien estuve ayer en ARCO 2020, «No es para tanto». Pues, mira que de supervivencia él entiende mejor que muchos, por diversas razones que ya mencioné en mi tesis doctoral, dónde le entrevisté y le dedico parte de un capítulo; de ahí nuestra larga colaboración.
«No podemos permitir que eventualidades como estas sean pretextos para desarrollar una cultura de la exclusión y de la discriminación del otro. Lo que tiene que pasar, pasará. Pero que no nos quite el modo de relacionarnos con los demás». (Carlos Franco)
Carlos Franco
Carlos Franco (Madrid, 1957) es un artista veterano de la generación de figuración madrileña de los 70, pertenecía al grupo de Los Esquizos, de la cual formaron parte artistas como Juan Antonio Aguirre, Alfredo Alcaín, Carlos Alcolea, Jaime Aledo, José Luis Bola Barrionuevo, Chema Cobo, Carlos Foros, Luis Gordillo, Sigfrido Martín Begué, Herminio Molero, Luis Pérez –Mínguez, Rafael Pérez-Mínguez, Guillermo Pérez Villalta, Manolo Quejido, Javier Utray, a los cuales el Museo Reina Sofía dedicó la muestra Los Esquizos de Madrid, Figuración madrileña de los 70 en 2009.
Otro de sus hechos notables es ser el autor de los frescos que ilustran la antigua Panadería, en la Plaza Mayor de Madrid, resultado de un concurso publico que venció, en 1989, como recoge el diario El País: La Plaza Mayor de Carlos Franco, 1993. Carlos Franco también es nombrado en la obra de Miguel Gómez Andrea Gol y Eduardo de la Torre, como veremos a seguir.
En esta edición de ARCO, Carlos Franco sigue combativo y estrena obra con la Galería Miguel Marcos, de Barcelona, con quien trabaja desde unos años y sigue amigo de sus amigos, que en la realidad son tod@s pues es de lo más entrañable.
Así que, mascarillas a parte, que sí he visto un hombre con una ayer, seguimos hablando de ARCO. Primero aclaro que cuando vivía en São Paulo era asidua de la Bienal de Artes y desde que vivo en Madrid, 2007, no he perdido una edición, habiendo participado como artista/expositora en 2008, año en que Brasil era el país invitado, como performer junto a Beth Moyes en su obra Lecho Rojo (Performing Arco, 2008) y en la muestra paralela con la performance Agua y Fuego (2008), de mi autoría, exhibida en la Fundación Alianza Hispánica, Madrid. Por tanto, me considero ya una veterana, al menos como visitante. Este año, a parte del asunto del Coronavirus y de la economía más lenta que lo habitual, se notan los cambios graduales en las tendencias.
Política, pixeles, letteting y sexualidad
En primero lugar, Franco no salió solo de la tumba pero también del armario y es tema de dos obras en la feria, una que muestra con un tono algo irónico las «bondades» del dictador – Franco no era tan malo así, de Riiko Sakkinen, tiene su gracia, para no decir otra cosa.
Entre las obras, me llamó la atención la presencia del pixlado en la obra del Ai Wei Wei, que representa los animales de los signos de la astrología china en lego.
El lettering, que me gusta porque une arte con poesía o mejor, es una forma de poesía visual, es otra de las tendencias.
La sexualidad transgresora, como objetos prohibidos, también se destaca en Espacio Opening, dedicado a galerias con menos de 7 años de existencia. Las propuesta en esta línea son las de las galerías Gypsum , Cairo, Egipto y The Pill, Istambul, como verán, lo que añade un sentido político a su manifestación.
¿Más presencia femenina?
Sinceramente, no veo grandes diferencias entre este año y los anteriores con relación a la presencia de las artistas mujeres en ARCO 2020, porque siguen bastante minoritarias, aunque existan artistas y galeristas mujeres que son muy respetadas en el sector y que repiten año tras año con mucho éxito, como es el caso de la organizadora Juana Aizpuru que, como toda excepción, confirma la regla de que somos bastante excluidas de los espacios de poder. Aún así, este año ARCO ha dado destaque a un arte considerado femenino, como es el arte textil, que en ediciones anteriores estuvo presente en obras de Joana Vasconcelos, por ejemplo, entre otras. En esta edicion tiene destaque las obras de las artistas Teresa Lacenta (Espacio Mínimo) y de la brasileña Laura Lima, ganadora del Illy – SustainArt, 2020.
Premio Illy – SustainArt (Beth Firmino, 2020).
Para concluir, les recuerdo que la feria ARCO continúa hasta domingo y que también podéis visitar diversas muestras paralelas por la ciudad de Madrid, de las cuales enumero algunas:
Art Madrid https://www.art-madrid.com/
Urvanit Art https://urvanity-art.com/
Just Mad https://justmad.es/
Hybrid Art Fair https://hybridart.es/fair/
Por aquí me quedo, seguro que nos veremos en algunos de estos lugares.
¡Gracias por seguir este blog!
Saludos,
Beth Firmino
